Cuando contemplo el sol, en sus fulgores y destellos, entre lo lindo y lo bello, recuerdo que sueño, entre los lirios y estrellas, entre el mar y sus olas.
No es espejismo que veo en tu alma, es esencia que desarma, es risa sin prisa y amor sin premisas, es calidez sin tiempo ni límites.
No es un amor lisonjero, pasajero, es un amor ágape que condena a la eternidad, es un amor que va, más allá del ero y de los besos veraniegos.
Es un amor puro, como diamante, inmortal en su esencia, resistible como el roble, bello como el cielo, inocente, travieso, que se columpia en las alas del alma.
Es amor del que se queda, del que saluda con lágrimas, del que abraza, del que no finge, es ese amor que sabe real, huele real y se vive real.
Es amor del que sabe a cielo, del que marca el corazón, del que pinta paisajes, del que te hace ver el mundo mejor, de ese que es eterno como Dios.
Eduviges Guerrero Rijo
Muy hermoso, Eduviges. Cada día me encanta más lo que escribes y publicas. Te felicito y te admiro. Saludos y un abrazo.
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