Permíteme conocer tu
corazón en silencio,
a la distancia y a la lejanía,
tener una ilusión utópica
de lo que pudo ser y no es.
Permíteme guardar silencio
ante tu mirada escrutadora que
desnuda, ante tu sonrisa invisible
y tu pregunta sin respuesta.
Permíteme soñar con el
mañana incierto, con el cielo
azul del horizonte y con el
viento que va y viene.
Permíteme soñar con la
esperanza, el amor, la suerte
y el destino, permíteme cantar
al ritmo del cielo y nuestras
voces se junten en un coro
angelical.
E. G. R